Guayaba

La guayaba es el fruto procedente del árbol guayabo (Psidium gua-java L.), de la familia de las Mirtáceas que presenta un intenso aroma, así como una variedad de formas, colores y sabores. Con una pulpa blancuzca o rosada y también roja parda, con un sabor dulcemente aromatizado que recuerda a la nuez y a la avellana y un olor penetrante y muy grato al olfato. Se conoce con otros nombres: guayabo, guara, arrayana, y luma.

Su origen se sitúa en Centroamérica, aunque es cultivado en casi todos los países tropicales. Entre los países productores están: Colombia, Perú, Ecuador, India, Sudáfrica, California, Estados Unidos, México, Filipinas, Venezuela, Costa Rica, Cuba y Puerto Rico. Las variedades que se comercializan en Europa se importan principalmente de Sudáfrica y Brasil.

Existe controversia en cuanto al origen del nombre de la guayaba ya que según algunos estudiosos proviene de una voz del caribe y se atribuye a escritos de navegantes que descubrieron esta fruta en los primeros viajes que Colón realizó por esas regiones de América y según otros el origen de tal palabra sería el náhuatl y provendría de cuáhuitl, árbol, y tlacoyahua, descortezado, resultando cuayahua, en alusión al constante desprendimiento de la capa externa de la corteza que caracteriza al árbol del guayabo.

Propiedades medicinales de la guayaba

A lo largo del tiempo esta fruta, así como sus hojas, han sido utilizadas por sus propiedades medicinales, pero realmente la investigación científica de sus propiedades farmacológicas se inició apenas en la segunda mitad del siglo XX.

Los investigadores de plantas medicinales, entre 1983 y 1993, realizaron una amplia investigación experimental, química, farmacológica y clínica de las propiedades de las hojas del guayabo, donde demostraron que los extractos de hojas del Psidium guajava poseen un grupo de compuestos novedosos conocidos como gammpironas, que son flavonoides glicosilados; los que producen en el organismo cuatro efectos complementarios muy útiles para el tratamiento de diversos padecimientos gastrointestinales.

Valor nutricional de la guayaba

El principal componente de la guayaba es el agua (78%), por lo que aporta un bajo aporte calórico, tan solo 41,58 Kcal. por cada 100 gamos de porción comestible.

También se caracteriza por un escaso aporte de hidratos de carbono (6,7 gramos por cada 100 gramos de parte comestible) y menor aún proporción de grasa (0,50 gramos por cada 100 gramos de parte comestible) y proteína (0,88 g por cada 100 gramos de parte comestible).

No posee colesterol y sí posee fibra 5,20 gramos por cada 100 gramos de parte comestible. Lo que la hace que mejore el tránsito intestinal.

En cuanto a los minerales, destaca por su aporte en potasio, posee 290 mg por cada 100 gramos de parte comestible. Además posee otros minerales como: 16 mg de magnesio, 0,75 mg de hierro, 4 mg de sodio y 31 mg de fósforo, todos ellos por cien gramos de parte comestible.

En lo que se refiere a su contenido vitamínico destaca la vitamina C (273 mg por cada 100 gramos de parte comestible), concentra unas siete veces más que la naranja. También aporta en menor medida otras vitaminas del grupo B como: 1,12 mg de B3, 0,03 mg de B1, 0,04 mg de B2, 0,15 mg de B5, 0,14 mg de B6y 14mg de B9, todas ellas por cien gramos de parte comestible.

Además posee otras vitaminas como 1,12 mg por cada 100 gramos de vitamina E, 2,60 mg de vitamina K y 72,5 mcg de provitamina A.

La guayaba en relación con la salud

Por su escaso poder calórico y contenido en fibra esta fruta es ideal para tomar en regímenes de adelgazamiento.

Al mismo tiempo de su poder saciante, la fibra le proporciona propiedades laxantes, lo que ayuda a prevenir y a mejorar el estreñimiento, además de ser buena para quien tiene el colesterol elevado.

Por su aporte en vitamina C y provitamina A se recomienda su consumo a toda la población y en especial a quienes tienen mayor riesgo de sufrir carencias en dichas vitaminas.

Además estas vitaminas junto con la vitamina E poseen acción antioxidante, contribuyendo así a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre las que podemos citar las cardiovasculares, las degenerativas e incluso el cáncer.

Indicar por último con respecto a la vitamina C, que esta aumenta la absorción del hierro de los alimentos lo que beneficia a las personas que tienen anemia ferropénica.

Por su bajo contenido en azúcares, riqueza en potasio y bajo aporte de sodio esta fruta es muy recomendable para los diabéticos, hipertensos y personas que padecen de afecciones de corazón y vasos sanguíneos.

Con respecto a su contenido en potasio es importante hacer dos consideraciones: deben tener precaución las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas especiales controladas en dicho mineral

Y va muy bien para quienes toman diuréticos y quienes tienen bulimia.

Cómo elegir y conservar la guayaba  

Para comprarla, busque las que no presenten daños por comprensión, manchas, picaduras de insectos o quemaduras por el sol y que presenten un color verde amarillento.

Es importante que estén firmes, ya que este es signo de que están listas para ser consumidas. Si están verdes se deja a temperatura ambiente (20 ºC) hasta que madure, en este momento se pondrá amarilla y cederá ligeramente a la presión con el dedo y desprenderá un aroma intenso.

Una vez conseguido el punto óptimo de madurez es recomendable consumirla cuanto antes o bien es posible guardarla en la nevera en la parte menos fría. Admite la congelación, para ello lávela muy bien, píquela y guárdela en bolsas de plástico.

La guayaba en la cocina

Se consume de muchas formas y es posible elaborar con ella gran variedad de platos como jugos, aderezos cócteles, mermeladas, dulces, postres, salsas, jaleas (pasta de guayaba, que sería algo así como nuestra carne de membrillo algo más viscosa y de textura correosa), etc.

Se puede comer solo como una golosina o formando parte de batidos, zumos, helados, compotas.

Va muy la combinación de la guayaba con lácteos (leche, queso, yogur) y es un ingrediente ideal para elaborar tartas y confituras. Importante indicar que si se toma fresca es mejor tomar la parte externa de la pulpa al ser más suave y carecer de semillas y si se toma la parte interna es importante masticarla bien o pasarla previamente por el pasapurés.