
Fármacos para tratar el colesterol elevado
Para tratar el colesterol elevado es necesario seguir unos hábitos de vida adecuados donde se contemplen una dieta adecuada, ejercicio adaptado y una filosofía de vida que nos permita tomarnos las cosas con calma. Cuando, a pesar de esto, el colesterol se eleva, es necesario ayudar con medicación.
Medicación contra el colesterol
Debemos cambiar nuestros hábitos de vida y es muy sencillo: comer bien, beber menos, dejar de fumar y mantenerse en forma vigilando el peso y realizando ejercicio físico. También es muy importante aprender a encajar las adversidades y tomarse las cosas con calma. Estas medidas son imprescindibles para cualquier persona que presente cifras elevadas de colesterol. Nunca deberán ser sustituidas sino asociadas al tratamiento con fármacos.
Hay muchos pacientes a los que las medidas anteriores no les reduce el colesterol de forma adecuada. Entonces hay que recurrir a la medicación. La mayoría de las personas con hipercolesterolemia familiar necesitarán tomar fármacos toda su vida.
Clases de fármacos contra el colesterol
Hay varias clases de fármacos para el tratamiento de la hipercolesterolemia familiar:
Estatinas contra el colesterol
Estatinas. Son el fármaco de elección y su introducción ha contribuido a cambiar la evolución de la enfermedad coronaria, reduciendo la mortalidad por infarto de miocardio. Las estatinas bloquean una enzima específica que controla la producción de colesterol, reduciendo así el colesterol que "fabrica" el hígado. Las estatinas se han utilizado ampliamente durante los últimos 18 años y son muy eficaces para reducir el colesterol y especialmente el colesterol-LDL. Generalmente son bien toleradas y numerosos estudios, realizados con miles de pacientes, han demostrado que consiguen aumentar las expectativas de vida al prevenir el desarrollo de un infarto de miocardio.
Las estatinas son los fármacos más potentes para reducir el colesterol, ya que llegan a reducirlo entre un 25% y un 50%, según la dosis y el tipo de estatina. Tienen pocos efectos secundarios, pero se recomienda hacer una analítica hepática de los pacientes, para descartar un aumento de las transaminasas. Además, no están indicadas en pacientes con enfermedad hepática ni en mujeres embarazadas. Si durante la administración de las estatinas se presentan dolores musculares generalizados, se debe informar al médico, aunque es raro que produzcan inflamación muscular.
Las estatinas se presentan en comprimidos y se toman una sola vez al día. En pacientes con cifras muy elevadas de colesterol, se pueden administrar estatinas en combinación con las resinas y ezetimiba. Estos fármacos tienen efecto aditivo y por ello consiguen juntos una mayor reducción del colesterol.
Las resinas ayudan a reducir el colesterol
Resinas. Reducen la absorción de los ácidos biliares en el intestino. Esto estimula la síntesis hepática de ácidos biliares derivados del colesterol, produciéndose un descenso de la concentración plasmática de colesterol. Las resinas son seguras en los niños y llevan utilizándose más de 30 años. No se absorben, aunque muchas personas pueden presentar efectos secundarios, como flatulencia o estreñimiento, que limitan su utilidad. Para facilitar su tolerancia, se debe empezar con dosis bajas. Se presentan en forma de polvo y se toman con una comida, mezclándolas con agua, zumo o yogurt. Pueden disminuir la absorción de otros fármacos; por ello, si se toman coincidiendo con otra medicación, ésta debe tomarse una hora antes o cuatro horas después de las resinas.
Ezetemiba, fármaco contra el colesterol
Ezetemiba. Representa el primer fármaco totalmente nuevo para reducir el colesterol que aparece en los últimos 15 años. Actúa reduciendo la absorción de colesterol por el intestino. Cuando se usa sólo puede reducir el colesterol-LDL en un 18%. Sin embargo, cuando se usa con otros fármacos hipolipemiantes, especialmente con las estatinas, los efectos en la reducción son aditivos (aproximadamente 21%). Por ejemplo, el efecto reductor de colesterol-LDL de Ezetemibe 10 mg + Simvastatina 10 mg, es equivalente al de Simvastatina a dosis de 80 mg, y este efecto es similar para otras estatinas. No se debe recomendar a niños menores de 10 años.
Fibratos para reducir el colesterol
Fibratos. Aunque los fibratos reducen el colesterol, son más útiles cuando se encuentran elevados tanto el colesterol como los triglicéridos. Actúan disminuyendo la producción de triglicéridos por el hígado y aumentando su eliminación. También ayudan a aumentar el colesterol-HDL. La mayoría presentan efectos antitrombóticos. Generalmente son bien tolerados, pero no se deben usar en niños, durante el embarazo o cuando existe una enfermedad hepática o renal. Los fibratos se presentan en comprimidos o en cápsulas, y habitualmente se toman una vez al día.
Hasta la fecha, la medicación disponible no cura, únicamente controla, por lo que el paciente tendrá que tomar estos fármacos durante toda su vida. Pero lo importante es que con un tratamiento adecuado que controle los niveles de colesterol, los riesgos de infarto de miocardio asociados a la hipercolesterolemia familiar pueden reducirse drásticamente, y posiblemente eliminarse.
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