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Vitaminas para las defensas

Vitaminas para las defensas
Vitaminas para las defensas
¿Sabías que algunos nutrientes están estrechamente relacionados con nuestras defensas? Pues bien, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) reconoce que algunas vitaminas y minerales contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmunitario. ¡Vamos a verlo!

Vitaminas y defensas

Las vitaminas son micronutrientes que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para poder funcionar correctamente. Actualmente se conocen trece vitaminas: A, D, E, K, C y las del grupo B. La mayoría no pueden fabricarse en el cuerpo en cantidades suficientes, por lo que deben obtenerse a través de la dieta. Los alimentos aportan vitaminas en menor o mayor cantidad, pero no hay ninguno que las contenga todas. Por eso, es recomendable que los niños coman lo más variado posible, poniendo especial atención en algunos alimentos y nutrientes.

A diferencia de los hidratos de carbono y de las grasas, las vitaminas no aportan energía. Las vitaminas se encargan de regular e intervenir en algunas reacciones que se producen en el cuerpo. Tienen varias funciones, pero algo muy interesante es que algunas vitaminas se relacionan estrechamente con las defensas. Este es el caso de las vitaminas A, D, B6, B12, B9 y C. Hay que aclarar que no son vitaminas para ayudar a las defensas; lo que hay que vigilar es que estén en la alimentación en las cantidades necesarias para hacer sus funciones, entre las que está contribuir al funcionamiento normal del sistema inmune.

¿Qué vitaminas pueden ayudar a las defensas?

Vitamina A y las defensas

Bajo el término de vitamina A o retinol se engloban dos compuestos: los retinoides y los carotenos. Participa en el funcionamiento adecuado de la piel y de las mucosas, las primeras barreras del sistema inmune frente a las infecciones. También apoya el funcionamiento normal del sistema inmune, y es importante en el desarrollo de algunas células inmunitarias, como los linfocitos. Está presente en algunos alimentos de origen animal como: hígado, aceites de pescado, leche y derivados lácteos, yema de huevo y pescados azules como, por ejemplo, el boquerón o la caballa. También destaca, pero en forma de betacarotenos (precursores de vitamina A) en vegetales de hoja verde, hortalizas y frutas de color rojo, amarillo o naranja.

Vitamina D

La vitamina D o calciferol, además de participar en el mantenimiento de los huesos, interviene en el funcionamiento de las defensas. Es necesaria para el desarrollo y la función de algunas células inmunitarias y puede ayudar a regular la producción de las células inflamatorias. La vitamina D está naturalmente presente en pescados azules (salmón, atún, bonito, boquerón, sardina…), en la yema del huevo, en los lácteos y en algunos alimentos enriquecidos. Además, con una adecuada exposición solar diaria, nuestro cuerpo también es capaz de fabricarla. Esta vitamina es muy especial, y por eso te contamos más sobre ella en un artículo específico dedicado a la vitamina D.

Algunas vitaminas del grupo B

De las vitaminas que forman el grupo B, únicamente la B6 o piridoxina, la B9 o folato y la B12 o cianocobalamina apoyan a nuestras defensas, colaborando activamente en la reproducción y la capacidad de respuesta de las células inmunitarias y, en el caso de la B6, también los anticuerpos.

Por lo general, la vitamina B6 está presente en alimentos como la soja, frutos secos como avellanas o nueces y cereales de grano entero (se pierde gran parte al retirar la cubierta del cereal).

La vitamina B9, en cambio, la puedes encontrar en vegetales de hoja verde como las acelgas y las espinacas, en las coles, en las legumbres y en los frutos secos.

Por último, la vitamina B12 es exclusiva de alimentos de origen animal como la carne, el pescado, el huevo, la leche y los derivados lácteos.

Vitamina C y defensas

La vitamina C o ácido ascórbico es una vitamina con efecto antioxidante que, además, puede influir en varios aspectos de la inmunidad. Por una parte, colabora en la formación normal del colágeno, una sustancia necesaria para la piel, una de las barreras del cuerpo. También puede participar en el crecimiento y la función de las algunas células del sistema inmune. Esta vitamina se encuentra en todas las verduras y frutas, como kiwi, fresas, grosellas, naranja, mandarina, pomelo, pimiento o tomate.

Ahora ya sabes más sobre qué vitaminas no pueden faltar para mantener el funcionamiento normal de las defensas. Pero como ya te contamos en el artículo sobre reforzar las defensas de tu hijo, también es importante el aporte correcto de energía y otros nutrientes para mantener una buena salud. ¡Una alimentación equilibrada es el mejor punto de partida para unos hábitos de vida saludables!