Viajar con niños

Viajar con niños nos condiciona para elegir el lugar de destino de nuestras vacaciones. Es muy importante ser previsores y organizar el trayecto del viaje y la estancia en el lugar de destino de forma meticulosa para no olvidarnos de algo fundamental que necesiten los niños.

Precauciones antes de salir con tus hijos

Cuando hacemos un viaje largo con niños, hay que ser precavidos y planificar el viaje con antelación, preparándonos para los imprevistos que puedan surgir. De esta forma, lograremos que el viaje sea más agradable para todos.

Es muy importante llevar comida y entretenimientos para los niños. Debemos llevar una bolsa con galletas, zumos, fruta, batidos y botellas de agua. En el caso de que sean muy pequeños, tendremos que ir preparados con biberones, potitos o yogures, también algo de ropa por si es necesario cambiarlos. Los entretenimientos son fundamentales cuando el viaje es largo porque, aunque lo normal es que con el movimiento del coche se duerman un poco, cuando se despiertan pueden ponerse nerviosos o encontrarse muy incómodos dentro del coche. Por ello, ir preparados con juguetes, música o películas, en aquellos coches que estén acondicionados para ello, evitará muchos problemas.

También es muy importante ir provistos de todo lo necesario para la higiene: los pañales, las toallitas húmedas y los pañuelos de papel son imprescindibles. Es recomendable llevar bolsas de plástico o toallas por si se marean y, por supuesto, un botiquín de primeros auxilios.

Si viajamos en tren o en avión, también podemos ir preparados con libros o lápices para pintar. Cuando vamos en coche no es aconsejable, pues los niños pueden marearse realizando esas actividades.

Durante el viaje 

Durante el viaje es muy beneficioso parar cada dos o tres horas, así los niños podrán distraerse y el conductor descansar y estirar las piernas.

Los vómitos y el mareo es otro de los problemas con los que nos encontramos en los viajes largos. Para evitarlos lo mejor que podemos hacer es no darles una comida demasiada copiosa ni tampoco muy ligera. Al contrario de lo que muchas personas piensan, viajar con el estómago vacío hace que éste se vuelva más inestable y, por tanto, cualquier cosa puede provocar náuseas. Para evitar el mareo, también es bueno mascar chicle y bajar la ventanilla del coche para que el aire le de en la cara, el aire fresco le repondrá.

Lo más importante durante el viaje es la seguridad de todos los pasajeros. Para ello debemos cumplir las normas del medio en el que vamos. Si viajamos en coche, debemos sentar a los más pequeños en sillas homologadas y colocarlas en la posición adecuada. Si son menores de 12 años deben ir en la parte trasera del coche. Nunca debemos coger a un niño en brazos; es prácticamente imposible mantener a un niño en brazos en cualquier accidente, por pequeño que sea. Todas las personas que van dentro del coche tienen que abrocharse los cinturones de seguridad durante todo el trayecto.

El lugar de destino cuando viajas con tus hijos.

Cuando viajamos con niños tenemos que elegir un lugar adecuado para ellos, teniendo en cuenta sus limitaciones debidas a la edad. En las vacaciones de verano, los niños disfrutan mucho en la playa o en la montaña. Estar al aire libre jugando con la arena de la playa o notando el contacto directo con la naturaleza es muy beneficioso y entretenido para ellos, además permite que los padres puedan descansar y disfrutar de sus vacaciones.

En cuanto al alojamiento, los hoteles están bien, sobre todo en aquellos hoteles que ofrecen actividades de entretenimiento para los niños como concursos, teatros, animaciones, guarderías, etc. Sin embargo, tienen un gran inconveniente para las familias con más de dos niños: no pueden alojarse todos en la misma habitación y necesitan dos habitaciones para la familia o la suite del hotel, por lo que saldría bastante costoso.

Los apartamentos son una buena solución, especialmente para las familias numerosas, pues salen más económicos que los hoteles y ofrecen más comodidad e independencia. Se puede cocinar y se dispone de más espacio que en una habitación de hotel.

Otra opción son los campings, lugares donde los niños están todo el tiempo al aire libre y donde es muy fácil relacionarse con otros niños.

No obstante, los niños siempre deben estar informados del lugar de destino, a dónde van, qué actividades van a realizar y dónde se van a alojar. Hay que tener en cuenta que los viajes los alteran y estar informados sobre lo que van a hacer y dónde van a estar les calma un poco.