Autismo características

El autismo

Dª. Trinidad Aparicio Pérez, Psicóloga, Especialista en Infancia y Adolescencia

El autismo es un trastorno que está siendo muy estudiado, sin embargo, en la actualidad siguen sin conocerse realmente sus causas. Existen varias teorías que intentan darle una explicación al autismo y se están produciendo muchos avances.

¿Qué es el autismo?

El autismo es un trastorno del desarrollo que se inicia en la infancia, antes de los tres años, y continúa durante toda la vida. Con la edad suele cambiar la forma de manifestarse, ya que cuando llegan a la edad adulta, el problema se mantiene pero suelen cambiar algunas formas de conducta, y es cuando empiezan a darse cuenta de que son diferentes a los demás pero no saben el porqué.

 

Los autistas tienden a llevar a cabo actividades en solitario

Muchos padres se quejan de que su hijo no se comunica con ellos. No saben cómo llegar a él. Sienten como si hubiera un muro invisible que les impidiera acercarse a su hijo. Conviene saber que el niño autista no es que no se comunique, sino que lo hace de forma diferente, de modo especial. Igual que nosotros pensamos que el niño no nos entiende, él siente lo mismo acerca de nosotros. Su mundo y el nuestro son diferentes. Y de la misma manera que ellos nos resultan extraños a nosotros, nosotros también somos extraños para ellos, y esto es debido a que nuestros esquemas y contenidos mentales son diferentes.

 

Es muy difícil establecer el diagnóstico del autismo a edades tempranas debido en parte a que el repertorio de conductas que tienen los niños a estas edades es muy limitado, y es fácil que se confunda con otros trastornos del desarrollo como el retraso mental.

En cuanto a la incidencia de este trastorno, se puede decir que gira en torno a los 5 casos por cada 10.000 habitantes. Aunque los cálculos de la incidencia varían dependiendo del país, desde un 2 por 10.000 en Alemania hasta un 16 por 10.000 en Japón. También se puede afirmar que se da 3 veces más en niños que en niñas.

 

Síntomas más característicos del autismo

Los síntomas más comunes relacionados con el autismo son:

La mayoría tiene retraso mental: aunque en algunos casos se han detectado habilidades especiales, a nivel intelectual presentan retraso.

Problemas a nivel social: no suelen establecer vínculos afectivos, prefieren dedicarse a actividades solitarias, tienen problemas de comunicación y no mantienen contacto ocular cuando tienen algún tipo de interacción con alguien.

– Exigen que el entorno en el que viven no sufra ninguna modificación, son muy sensibles a cualquier cambio y cualquier alteración en su entorno les perturba e irrita. Insisten en las rutinas y la uniformidad. Esto puede ser debido a la dificultad que tienen de enfrentarse a nuevas situaciones y prestar atención a varios estímulos al mismo tiempo.

A nivel emocional: no son capaces de interpretar las emociones ajenas, se ríen por hechos que en sí mismos no producen risa y se enfadan o cogen rabietas ante situaciones que a nosotros nos parecen normales. No se interesan por las emociones y sentimientos de los demás y no suelen tener ningún tipo de reacción ante las manifestaciones emocionales de los que les rodean.

Déficit cognitivo: no realizan inferencias sobre la conducta, no saben ponerse en el lugar de los demás y comprender otros puntos de vista, no son capaces de imaginar lo que los otros piensan.

Afectivamente: no suelen demandar ni manifestar afectos, rechazan el contacto corporal, aunque en algunos casos se muestran muy cariñosos con el objeto de conseguir algo.

Desarrollo del lenguaje: estos niños no suelen tener bien desarrollado el lenguaje, y aunque consigan hablar lo hacen de forma anormal, estereotipada y sin sentido, repiten palabras o frases que han oído a los demás, por ejemplo, si el niño oye "hace buen tiempo" lo repite no sólo en el momento de oírlo, sino que es posible, también, que después de haber pasado un tiempo lo siga diciendo de forma repetitiva y en otros contextos. Se trata en definitiva de un lenguaje no comunicativo, con alteraciones como ecolalia (repetición de las últimas palabras que oyen como si fuera eco) e inversión de los pronombres.

Conductas autoestimuladas: son comportamientos repetitivos y estereotipados que le sirven de estimulación, por ejemplo, balancearse, darle vueltas a una silla, enredarse el pelo, dar saltos, fijar la mirada en un punto concreto... Este tipo de conductas parece que le producen cierta satisfacción y no se le debe interrumpir mientras las realiza.

Suelen tener muy buena memoria en áreas muy concretas. Por ejemplo, memorizar series de números, multiplicar mentalmente cifras grandes, memorizar fechas importantes, tocar el piano, habilidades de memoria mecánica como recordar horarios de autobuses, listas de teléfonos o puntos marcados por determinados equipos deportivos.

Egocéntricos y alejados de la realidad, tienen su mundo y es difícil entrar en él.

Déficit en el juego y de capacidad imaginativa: tienen sus propios juegos, pero los juegos de los otros niños no les atraen.

Conviene aclarar que no hay acuerdo sobre qué síntomas de todos los mencionados son necesarios para llegar a establecer el diagnóstico de autismo, ya que muchos de estos síntomas aparecen en la infancia de forma aislada y con el paso del tiempo, al alcanzar cierto desarrollo evolutivo, van corrigiéndose y desapareciendo. Es el caso, por ejemplo, de los problemas del lenguaje: hay niños que empiezan a hablar más tarde o tienen dificultades para expresar lo que quieren decir, pero cuando pasan los años aprenden a hacerlo correctamente; o el caso de niños que son más retraídos o tímidos que se relacionan poco con los demás. Por consiguiente, al establecer el diagnóstico hay que ir con cuidado y ser muy precavidos.

 

¿Cuáles son las causas del autismo?

Hay muchas teorías que intentan dar explicaciones sobre las causas del autismo, por lo tanto no debemos pensar en una única causa sino en la combinación de varias causas. Las más investigadas y estudiadas son:

1. Problemas neurológicos: se han encontrado niños autistas con lesiones en el sistema activador reticular. Este sistema está conectado con el sistema límbico, que es el que está implicado en las emociones. Por lo tanto, la explicación que dan los defensores de esta teoría es que los problemas emocionales y afectivos que tienen estos niños se pueden explicar por la inhibición del sistema límbico producida por la lesión del sistema activador reticular. Pero lo que no sabemos es qué es lo que puede haber producido esta lesión. Conviene aclarar que esta teoría es dudosa, ya que se han encontrado niños autistas sin trastornos neurológicos. También se han encontrado con que las neuronas de algunas zonas del cerebelo son más pequeñas de lo normal.

2. Transmisión genética: la probabilidad de que el autismo se transmita genéticamente es muy escasa, ya que no es muy habitual que los autistas tengan hijos. Lo que sí se ha descubierto es que en casos de gemelos idénticos, la probabilidad de que siendo uno autista, el otro también lo sea es de un 80%.

3. Anormalidades bioquímicas: muchos estudios relacionan este trastorno con alteraciones en algunos neurotransmisores. Por ejemplo, se han encontrado niveles excesivamente altos de serotonina. Los neurotransmisores son sustancias químicas del cerebro que promueven los impulsos entre las neuronas, existiendo en el cerebro receptores específicos para cada sustancia.

4. Infección vírica: se han encontrado casos de niños en los que antes de aparecer los síntomas autistas habían tenido alguna enfermedad vírica, o casos en los que la madre sufrió algún tipo de virus durante el embarazo, por ejemplo, la rubeola. El sistema inmune es el encargado de protegernos de agentes y virus externos, por lo tanto si éste está dañado, nuestro organismo se verá afectado de alguna manera y puede afectar al cerebro. La alteración del sistema inmune puede ser debida tanto a una reacción alérgica como a una alteración metabólica.

5. Factores psicológicos: según las teorías cognitivas, lo que estaría perturbado serían los procesos básicos de codificación de la información, en este caso, lo que estaría afectado sería la mente. Esto explicaría la dificultad que tienen los niños autistas de prescindir de sus representaciones mentales y tratar de entender las de los demás. Este déficit cognitivo es el que les hace incapaces de presuponer que las personas pueden ser desconsideradas, severas, irónicas o agradables. Tienen dificultad de interpretar lo que hay detrás de cada acción, solamente tienen en cuenta la acción en sí. Los niños autistas no conceptualizan bien los estados mentales y por lo tanto no pueden comprender tampoco los esquemas mentales de los demás.

6. Actualmente se está investigando sobre la posibilidad de que las toxinas y la contaminación ambiental puedan tener alguna influencia.

Todas estas teorías tratan de dar una explicación al problema del autismo, y aunque sepamos que existe una anomalía cerebral no sabemos su naturaleza, es decir, podemos saber que áreas están dañadas en algunos casos de autismo pero no sabemos qué es lo que puede producir estos daños. Se ha avanzado mucho en el estudio de autismo pero, aún hoy en día, es uno de los trastornos más desconocidos debido a la complejidad de su estudio.

 

¿Qué se puede hacer en el autismo?

El autismo se trata de un problema muy difícil de tratar. Existen diferencias entre unos niños y otros y las necesidades de cada niño son también distintas. Al no conocerse con exactitud cuáles son las causas, no se pude determinar un tratamiento. Sabemos que se debe a anomalías en el desarrollo del cerebro pero no sabemos por qué.

Lo que sí se puede hacer es orientar y asesorar sobre la forma de tratar los síntomas del autismo por separado e intentar reducir los síntomas desadaptativos, aunque aún no existan recomendaciones precisas:

1. Cuando se observen síntomas sospechosos, lo que hay que hacer es acudir a un especialista, y éste será el que asesore sobre las medidas a tomar. No hay que olvidar que cuanto antes se diagnostique y se empiece la terapia, la posibilidad de ejercer influencias favorables en el desarrollo del cerebro será mayor.

2. Mostrar afecto y cariño a estos niños, ya que por muy insensibles que pensemos que son, el cariño es muy importante.

3. La colaboración de los padres es fundamental para la rehabilitación del niño. Los padres deben participar junto con los terapeutas y educadores en la aplicación de los programas que se estén llevando a cabo.

4. Tratamiento farmacológico: en algunos casos se trata a estos niños con fármacos antidepresivos y actualmente se está investigando con un fármaco llamado secretín. Pero en cualquier caso, la terapia farmacológica por sí sola no es suficiente.

5. Procurar dotar al niño de un ambiente altamente estructurado y organizado.

6. Aprender a jugar con el niño: muchas veces pretendemos que el niño juegue a aquello que todos los niños suelen jugar y no entendemos que su forma de distraerse y jugar sea diferente. El niño autista tiene su propio mundo y nosotros tenemos que intentar entrar en él. Por ejemplo, si vemos que le gusta alinear coches, podríamos intentar ayudarle a conseguirlo. De esta forma se puede dar cierta forma de comunicación.

7. Terapias comportamentales. Son terapias que deberá realizar el especialista y se pueden sintetizar del siguiente modo:

– Intentar enseñarles sistemas alternativos de comunicación, es decir, si cortamos la posibilidad de que obtenga lo que quiere por sí solo, aprenderá a necesitar de los demás y es posible que en estas situaciones intente alguna forma de comunicación.

– Descubrir qué conductas emite el niño que sean adaptativas, reforzarlo por ello y tratar poco a poco de introducir nuevas conductas relacionadas con las que sabemos no tiene problemas en emitir, de esta forma se va aumentando el repertorio conductual del niño.

– Tratar los problemas de lenguaje por separado, por ejemplo, enseñarles respuestas correctas cuando repitan lo que nosotros le decimos o preguntamos y corregir las inversiones pronominales.

– Enseñarle a dominar comportamientos problemáticos como son las conductas autoestimuladas. En este caso, lo que refuerza al niño no es la conducta en sí sino las consecuencias de esa conducta, por lo tanto, lo que se podría hacer es dejar que el niño dé la respuesta pero evitamos que a esa respuesta le sigan las consecuencias que normalmente siguen. Por ejemplo, cuando el niño empiece a dar vueltas, lo podemos coger, agarrarle las manos y bailar con él, de esta forma le estamos dando sentido y significado a la conducta.

– En la mayoría de las ocasiones, muchas de las conductas que no queremos que emitan se producen en las mismas circunstancias y ante los mismos estímulos. En este caso, lo que se suele hacer es cambiar las condiciones bajo las que se producen dichas conductas y de esta forma se previene la aparición de la respuesta inadecuada.

Al mismo tiempo, la familia debe tener información del trastorno en general, de la situación de su hijo en particular y del tratamiento que se va a llevar a cabo. Por otro lado, los padres deben recibir todo tipo de apoyo: a nivel de las instituciones, las asociaciones, etc. Es aconsejable ponerse en contacto con familias que tienen la misma problemática, no sólo por el apoyo que se recibe sino también por el intercambio de información muy valiosa que se puede producir.

 

Asociaciones de ayuda para el autismo

 

1. Asociación de Padres de Niños y Adultos Autistas de Málaga. C/Obsidiana, 1 - Torre Alfa 29006 - Málaga. Telf-Fax: 952.33.69.50. E-mail: apnaam@eresmas.com

2. Asociación de padres de afectados de autismo y otras psicosis infantiles de Bizkaia: APNABI. Telf. 94-4755704. E-mail: apnabi@sarenet.es

3. Asociación Española de Padres de Niños Autistas: APNA. C/ Navaleno, 9, 28033 MADRID.

4. Autismo Galicia. Rúa Raiola, 6 -Lamas de Abade. 15702 Santiago de Compostela. Telf.: 981 59 93 04. FAX: 981 59 93 04

5. APAFACC - Asociación de Padres con Hijos Autistas de Cataluña. E-mail: autismelagarriga@autisme.com

6. Fundación APALCE. Pl. Mañé y Flaquer, 8 y 9 Planta Baja. 08006 Barcelona. Telf. 34.3.2379975 Y 34.3.2378798. FAX 34.3.2379263

7. Asociación de Padres de Autistas y/o Trastornos Generalizados del Desarrollo. Avenida del Deporte S/N. 41020-SEVILLA. Telf.: 95 440 54 46. Telf.: 95 440 78 41. Fax. : 95 444 31 75.

8. Asociación de Padres de Personas con Autismo de Burgos. C/ Valdenúñez, 8. 09001 BURGOS. Telf.: 947 461243. Fax: 947 461245E-Mail: autismoburgos@mx3.redestb.es

9. Baión Asociación Tratamiento del Autismo. Baión - Vilanova de Arousa. 36614 Pontevedra. Telf. 986 565128. Fax. 986 56 59 44. E-mail: asociacion@autismobata.org

10. GURU: Institución Neuro-Psico-Pedagógica. Dirección : C / Bisbe Catalá nº 38 - 08034. Barcelona. España. Telf. 2037882.

11. Asociación PAUTA. C/ Patrocinio Gómez, 1 bis. 28022 Madrid. Telf. 91 7412920. Fax. 91 3204788. E-mail: pauta@iname.com

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