
Parto hospitalario
Aunque antiguamente los partos acontecían en el domicilio de la gestante, actualmente, gracias a los avances de los medios técnicos y sanitarios, los partos suelen realizarse en el medio hospitalario. Esto ayuda a resolver las incidencias que pudiesen ocurrir y ayudar a salvaguardar la salud de la madre y del bebé.
El ingreso hospitalario para dar a la luz
Se procede al ingreso hospitalario cuando se programa una cesárea y en los partos naturales cuando el trabajo de parto está establecido y existe cierta evidencia de que no se parará, como ocurre en la primera fase del parto de dilatación lenta con las contracciones prodrómicas. Esto ocurre cuando el cuello de la matriz está borrado o acortado más de la mitad, dilatado unos dos o tres centímetros y las contracciones son regulares, como mínimo dos en diez minutos de intensidad moderada.
Una vez efectuado el ingreso por trabajo de parto y si el registro del latido del corazón del feto está bien, se procede a la evacuación de la ampolla rectal mediante un enema. Ello se debe a que la sensación de pujo que se tendrá en el período expulsivo es muy similar a la sensación de defecar, y con ello se consigue que la gestante pierda el pudor de realizar el pujo y la zona perineal esté más limpia.
La monitorización del feto
El siguiente paso consiste en monitorizar la frecuencia cardíaca del feto y de las contracciones para conocer cómo responde el feto a los "apretones" que suponen las contracciones a mediada que avanza el parto. Existen dos métodos para realizar la monitorización: monitor interno y monitor externo.
El monitor externo se compone de dos elementos que se fijan al abdomen de la madre mediante unas correas, uno de los cuales registra la frecuencia cardíaca fetal y el otro registra las contracciones. El monitor interno también consta de dos elementos, el que detecta la frecuencia cardíaca fetal y que se fija a nivel del cuero cabelludo fetal mediante un mecanismo de enganche (electrodo), y el que detecta las contracciones, que consiste en un catéter muy fino que se introduce por la vagina hasta la cavidad uterina y que funciona mediante un sistema de presiones (es el único que puede determinar exactamente la intensidad de la contracción).
La diferencia entre ambos sistemas de monitoreo es que el interno es más exacto y se utiliza en situaciones de riesgo, a la vez que es más incomodo y limita la movilidad de la gestante.
La anestesia, una decisión crucial para el parto
Cuando se detecta alguna alteración en la frecuencia cardíaca fetal, al relacionarse con las contracciones uterinas y el bienestar fetal, no es posible asegurarse. Se procede a la toma de una pequeña muestra de sangre del cuero cabelludo del feto para determinar la oxigenación de mismo. Según el resultado, se tomará la decisión de continuar el parto o bien la extracción fetal inmediata vía vaginal o cesárea.
La analgesia por excelencia durante el parto suele ser la epidural o peridural. La realiza el médico especializado en anestesiología y el momento de indicarla es cuando se inicia el dolor. Consiste en la introducción de anestésicos en el espacio peridural (columna vertebral) mediante una aguja fina para conseguir el bloqueo sensitivo de la cintura hacia abajo. Existe la opción de dejar un catéter en la zona de la punción primera para reinyectar anestésico en caso de ser necesario.
Durante todo el trabajo de parto se realizarán diversos tactos para comprobar la progresiva dilatación cervical y descenso del feto, así como sondajes vesicales en caso de anestesia peridural por inhibición de deseo de micción.
El momento del parto
Cuando llega el momento expulsivo (salida del feto), se limpia toda la zona del periné y se colocan toallas asépticas para que las condiciones higiénicas sean inmejorables y evitar posibles infecciones. La episiotomía (corte en región inferolateral de vagina y periné) se realiza en algunos casos para evitar que dicha zona se desgarre y afecte a estructuras como el esfínter anal y el recto.
La siguiente fase consiste en el alumbramiento de la placenta con la posterior contracción del útero para la formación del globo de seguridad. Se procede entonces a la sutura de la episiotomía, si la hubiera, por planos y con material reabsorbible habitualmente, ya que así la puérpera no deberá acudir para su retirada. Durante la primera hora post-parto, la puérpera permanece bajo vigilancia, especialmente en caso de haber requerido anestesia epidural, para mayor control.
Aproximadamente, y si no hay complicaciones, se procederá a dar el alta hospitalaria a la paciente en 48-72 horas.

Promovemos el packaging responsable y la economía circular
Un sencillo gesto puede ayudarte a conseguir el extra de vitamina D que ayuda a tus defensas
Un solo vaso de leche puede marcar la diferencia en nuestra dieta diaria, ayudándonos fácilmente a alcanzar las ingestas recomendadas. Con un solo vaso de leche adaptada enriquecida en el desayuno podemos cubrir hasta el 75% de la Cantidad Diaria Recomendada de vitamina D.

Atención al consumidor
900 100 515
Lunes a Jueves 8:30h a 18h
Atención al consumidorViernes 8:30h a 15:45h
Formulario de contacto
formulario de contactoNuestras oficinas
Nuestras oficinas