No automedicarse durante el embarazo

Medicamentos durante el embarazo

Dr. D. Luis Cabero Roura, Presidente Sociedad Española Ginecología y Obstetricia
Dr. D. Miguel Ángel Herráiz Martínez, Jefe de Obstetricia del Hospital Clínico San Carlos;
Dr. D. Javier Valero de Bernabé, ginecólogo del Hospital Santa Cristina y del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Fuenlabrada

La administración de un medicamento a una mujer gestante representa para el médico un problema, ya que no sólo deberá tener en cuenta a la mujer, sino también al feto/embrión como potencial receptor de esa sustancia.

Nunca debemos automedicarnos y menos en el embarazo. El médico siempre será el encargado de valorar la administración de la medicación

 

Las mujeres embarazadas no deben automedicarse nunca, han de pedir primero consejo a su médico de cabecera o ginecólogo para que valore el riesgo-beneficio en función del tiempo de gestación, la enfermedad o sintomatología materna y el fármaco a consumir. Existen muchas variables que determinan si un medicamento es o no idóneo durante el embarazo. Hay fármacos, catalogados de alto riesgo, que no deben administrarse nunca porque pueden inducir a abortos o partos prematuros. Algunos, en cambio, que son seguros en determinados momentos de la gestación no lo son en otros, factor al que también hay que añadir la cantidad de dosis: unas no representan riesgo y otras deben evitarse. En todo caso, siempre es el médico el que valora su administración.

Los especialistas aconsejan, como regla general, no tomar fármacos durante una etapa fundamental del embarazo denominada organogénesis. Durante este período, las primeras diez semanas de gestación, el feto desarrolla sus órganos vitales transformándose en embrión. La organogénesis es especialmente sensible para el futuro bebé porque cualquier factor externo, incluida una ingesta inadecuada de medicamentos, puede provocar una malformación o alteración de su crecimiento.

 

Patologías más frecuentes y su tratamiento

– Dolor de cabeza: en principio no existe ninguna contraindicación para utilizar fármacos que contengan paracetamol (Gelocatil, Termalgin...).

– Náuseas de la embarazada: intentaremos controlarlas inicialmente con medidas dietéticas (comer poco y a menudo, comidas ni muy calientes ni muy frías, evitar las comidas sólidas y líquidas, no tomar alimentos si antes no se ha tolerado el agua...). Si a pesar de las medidas dietéticas las molestias no ceden, podrá ser necesario la administración de algún antiemético.

– Problemas dentales y/o gingivales: es importante durante el embarazo tener una buena higiene dental, por lo tanto se aconseja visitar al dentista cuando estés embarazada. Si se produce una infección dental será necesario tomar antibiótico.

– Dolores de estómago: durante la gestación se pueden producir ardores, aumento de reflujo, digestiones pesadas... Medicamentos tipo antiácidos o protectores gástricos suelen ser de uso habitual.

– Patología de vías respiratorias: si aparecen problemas de tos, resfriados, pulmonías... Será imprescindible en estos casos la valoración por parte del médico de cabecera, quien será el encargado de valorar si es necesario la administración o no de tratamiento farmacológico.

– Patología urinaria: es frecuente la aparición de infecciones de orina en la embarazada, básicamente cistitis. En estos casos el deber del médico es diagnosticarlo, una vez diagnosticado dar tratamiento antibiótico, beber mucho agua y suplementarlo con vitamina C.

– Cólico nefrítico: es otra patología frecuente durante el embarazo (la clínica es típica con dolor en la espalda, molestias urinarias, etc...). En estos casos será importante una buena valoración del estado renal de la paciente. Si la función renal es normal, será imprescindible un tratamiento analgésico para calmar el dolor y beber mucha agua. También en estos casos el calor local tiene buena respuesta.

– Hemorroides: patología muy frecuente sobretodo en el tercer trimestre. La mayoría de casos se tratan con pomadas locales antiinflamatorios y frio.

Problemas de espalda: debido al peso de la matriz, la espalda de la embarazada suele sufrir. Las contracturas musculares, ciatalgias, etc. pueden ser frecuentes. La mayoría de veces con reposo y calor local suele solucionarse, pero si las circunstancias lo indican puede necesitarse la toma de algún antiinflamatorio (recordar no tomar antiinflamatorios más allá de las 34 semanas de gestación si no es bajo supervisión médica).

 

Normas para el uso de medicamentos

Prescribir sólo la medicación necesaria.

– Evitar los medicamentos de reciente aparición o con experiencia poco contrastada.

– Utilizar la dosis mínima y durante el menor tiempo posible.

– Evitar la prescripción de varios medicamentos a la vez.

– Evitar en la medida de lo posible la prescripción durante el primer trimestre.

– No automedicarse jamás.

– Evitar hábitos nocivos como el alcohol o tabaco.

– Revisar la medicación previa a la gestación.

 

Medicamentos y su idoneidad durante el embarazo

Teniendo en cuenta lo anterior, se pueden establecer tres grupos de medicamentos en función de su idoneidad durante la gestación: los que se deben evitar durante la organogénesis, otros que sí se pueden administrar en esa etapa y unos terceros que bajo ningún concepto se deben utilizar durante los nueve meses de embarazo:

● Prohibidos durante la organogénesis: Respecto al primer grupo, no se recomienda consumir vitamina A a grandes dosis u hormonas como los andrógenos, anticoagulantes o antineoplásicos. Una vez transcurrida la organogénesis, hay muchos antineoplásicos, por ejemplo, que sí pueden consumirse para paliar el cáncer de cuello, de ovario o de mama en el caso de las embarazadas que lo padezcan.

● Permitidos durante la organogénesis: Una gran variedad de antibióticos como la penicilina, ampicilina, amoxicilina, los macrólidos, y hormonas como la progesterona natural o la tiroxina pueden administrarse sin ningún riesgo durante la organogénesis. En el caso de la tiroxina, es fundamental de hecho su administración siempre que sea necesario ya que el tiroides debe estar funcionando perfectamente, sobre todo en la sexta o séptima semana de gestación.

● Prohibidos durante todo el embarazo: Por último, existe un tercer grupo de fármacos que nunca deben utilizarse durante el embarazo. Por ejemplo, las mujeres que consumen IECAS, recetados para la hipertensión, deben abandonarlos inmediatamente en el momento en que se quedan en estado. Del mismo modo, hay que desechar depresivos como el litio, que se utiliza para las depresiones mayores, o la talidomida, que puede llegar a causar la falta de miembros en el embrión.

Y el paracetamol, ¿sí o no? En el caso concreto del paracetamol, pregunta muy frecuente que se hacen las mujeres, la mayoría de los especialistas asegura que no daña al feto. Sin embargo, estudios recientes parecen apoyar un aumento en el porcentaje de asma infantil en madres tratadas con paracetamol en fases avanzadas del embarazo.

Efectos sobre el feto

Aunque existen múltiples estudios sobre los efectos de los medicamentos en animales de experimentación, sus conclusiones no tienen porqué ser exactamente las mismas para los seres humanos. El efecto de un fármaco sobre el feto dependerá de varios factores:

Del medicamento: evidentemente dependerá de la sustancia que se administra, de la dosis que administramos y del tiempo de exposición.

Del momento de la gestación en que se administra: tiene que quedar claro que no es lo mismo administrar un fármaco en el primer período del embarazo que en los dos posteriores. El período embrionario es el más crítico en lo que refiere a las malformaciones, ya que es en estos momentos cuando se forman los órganos del embrión.

Del estado materno: predisponen de manera especial ciertas enfermedades maternas como la diabetes, enfermedades tiroideas y hepáticas, la insuficiencia placentaria y la edad materna. Se trata de enfermedades que modifican el comportamiento natural del fármaco dentro del organismo (modifican el metabolismo).

De la susceptibilidad fetal: no todo el mundo reacciona de la misma manera al mismo fármaco.

Saber más

Saber más Los fármacos durante el embarazo representan a priori un peligro potencial para el feto y, por lo tanto, no deberán tomarse sin una prescripción específica del obstetra. Si se tienen dudas al respeto, es de obligación su consulta previa. La norma es clara: no automedicarse. No automedicarse no quiere decir lo mismo que imposibilidad de tomar ningún fármaco durante la gestación. Hay problemas o enfermedades que suceden durante el embarazo y que requieren de tratamiento farmacológico para solucionarlas. Existe un sistema de información telefónico de la Universidad Complutense (Madrid, España) al que puede llamar durante las 24 horas para realizar cualquier consulta sobre el uso de medicamentos durante la gestación. Su número es 91 387 75 35 y lo difunde el Ministerio de Sanidad y Consumo.

 

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