Anestesia durante el parto
Hace no muchos años parir era sinónimo de sufrimiento debido a los grandes dolores que sufría la madre durante el parto. La anestesia epidural ha conseguido eliminar casi por completo los sufrimientos de la mujer embarazada, aunque todavía existen futuras madres que tienen miedo a este tipo de anestesia, sobre todo por desconocimiento.
La epidural consiste en proporcionar una cantidad diferente, según sea la enferma, de anestésico local mezclado con un poco de mórfico en un espacio virtual entre la dura madre y los ligamentos de la columna vertebral. La columna vertebral va desde fuera hasta dentro: están la piel, unos ligamentos, grasa, y luego hay un ligamento que se llama ligamento amarillo, que prácticamente está pegado a la dura madre. La dura madre son las meninges, lo que recubre la médula espinal. Hay que colocar el anestésico justo en el espacio epidural, el espacio anterior a la dura.
En anestesia todavía hay muchas técnicas que no son precisas; por tanto, todo consiste en la mano, que se guía por una serie de signos, porque el espacio epidural o peridural es un lugar donde hay una presión negativa. De hecho, pinchando el ligamento amarillo se nota una resistencia a la aguja.
La aguja para localizar el espacio es la misma que la que luego se usa para poner el catéter o directamente la dosis, pero la jeringa es diferente. La jeringa que se utiliza para localizar el espacio se llama de baja resistencia, con la que el médico nota el tacto mucho más fácil, se nota el ligamento amarillo mucho más duro, y nada más sacarla lentamente se percibe una facilidad tremenda. Hay una presión negativa que tira del médico. Ese es el sitio donde hay que poner la anestesia. Primero se pone una dosis de prueba, porque es peligroso meterla directamente.
¿Cuándo es necesaria la anestesia?
Actualmente, en los tiempos que vivimos, es imprescindible. El parto supone una dificultad obstétrica y necesita de algún tipo de anestesia. Hoy en día es muy raro el dar a luz sin anestesia epidural, a no ser que la mujer, por los motivos que sea, no quiera y se niegue, a menos que haya una dificultad técnica, o alguna dificultad relativa a la mujer y no se le pueda poner. Generalmente las mujeres que dan a luz son jóvenes y tienen muy pocos problemas.
¿Por qué se niegan las mujeres?
Normalmente se niegan porque tienen miedo, o porque quieren saber lo que siente una verdadera madre, sufrir los dolores y luego poder contarlo.
Tipos de anestesias en el embarazo
La epidural es el mejor método para el parto. Si, por ejemplo, a un hospital llega una mujer pariendo y ya está a punto, se le suele hacer una raquia anestesia, porque ya no se necesita la colaboración de la mujer para que acabe el parto. Eso ocurre en muy pocos casos. Lo normal es ponérsela en el período de dilatación.
Material necesario
Actualmente todo el equipo se presenta en perfecto estado. Antiguamente, en los hospitales había que cocer las propias agujas para esterilizarlas. Ahora se presenta en estuches estériles que contienen una aguja epidural, que es con la que se inyecta, y una serie de agujas para cargar el anestésico. La aguja epidural se llama aguja de Tuohy.
El equipo tiene también agujas normales hipodérmicas para cargar el anestésico. Hay que tener en cuenta que lo que más molesta es la piel. Si se anestesia con una aguja muy fina, se hace un jabón cutáneo de anestésico local, y ya se tiene parte ganado. Luego tiene un catéter, que es el que se introduce por la aguja epidural y se sujeta con un mecanismo especial de sujeción. Normalmente, en ese punto lo que se hace es enchufar una bomba de infusión donde vaya la dosis de anestésico mezclada.
Riesgos de la epidural
Lo más importante es contar la historia clínica del enfermo para comprobar que puede ser una persona sana, que no tiene problemas de columna vertebral ni alteraciones en la coagulación, porque si no al pinchar se podría hacer un hematoma epidural.
Lo más frecuente es que la pulsión de la dura resulte incómodo. La aguja epidural es una aguja gruesa. Si el médico se pasa y aparece dentro del espacio encefaloraquídeo, entonces se produce una salida de líquido y una fístula. Muchas veces con reposo y una buena infusión de líquidos es suficiente para subsanar esto.
Ventajas de la epidural
La gran ventaja de la epidural es que las mujeres paren sin nada de dolor. No tienen por qué tener la más mínima molestia. Incluso para un parto complicado que termina en cesárea, ya está la enferma anestesiada, se le pone una dosis un poco más fuerte con el mismo catéter y ya puede parir.
Preparación del anestesista
En todos los hospitales de la Seguridad Social hay un servicio de anestesia para anestesiar cualquier tipo de asunto ginecológico. Todos esos médicos son los que hacen la epidural. Entonces hay un equipo de guardia, porque en los grandes hospitales hay muchos partos, sobre todo con la llegada de los inmigrantes.
Duración del proceso de la anestesia
Depende mucho de la dosis que se suministre y la concentración. Se tiene que administrar una concentración de anestésico local que sea más bien floja, porque la enferma tiene que colaborar empujando, aunque no le duela. Si se administra una alta concentración, no sirve para nada, porque la enferma no ayudaría. Hay que llegar a un nivel sin dolor pero que tenga movilidad.
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