Alimentación y cuidados de la madre que da el pecho
La madre que lacta debe seguir una dieta equilibrada, variada y completa, además de una serie de cuidados. La hidratación ha de ser abundante y deben evitarse sustancias como el alcohol, el tabaco o las bebidas estimulantes.
La alimentación de la madre debe ser variada, equilibrada y completa, con un aporte energético promedio de 2.500 kilocalorías (Aporte extra de energía de 500 kcal/día).
La producción de leche requiere una elevada ingesta de líquidos por ello debe ser abundante la ingestión de líquidos (2-3 litros al día) y el aporte de proteínas debe aumentarse a 2 gr/kg/día. Aporte extra de calcio de 700 mg. El recién nacido retiene unos 30 g de calcio. Los requerimientos de calcio y fósforo son especialmente elevados para la producción de leche, que contiene unos 280 y 140 mg/litro respectivamente, por lo que hay que garantizar el aporte suficiente. Por ello debe ingerir leche o derivados, al menos 500 ml diarios. En caso de ser alérgica, intolerante o no gustarle, debe recibir un suplemento de 1 gr de calcio al día.
En la ración alimenticia debe incluir carne, pescados, huevos, verduras, legumbres, leche y derivados, frutas, pan y cereales. Algunas sustancias de los alimentos pueden dar mal sabor a la leche por lo que, a ser posible, deben evitarse cebollas, ajos, alcachofas y espárragos. Igualmente pueden causar molestias la col, los nabos, el brécol, el ruibarbo, los albaricoques, las ciruelas y las alubias, así como las comidas muy condimentadas.
Las fibras son útiles para combatir el estreñimiento. Si la madre nota o sospecha de un determinado alimento, debe evitarlo o comprobar su efecto en el hijo en las siguientes 24 horas a su ingesta.
En verano, una dieta rica en melón, melocotones y otras frutas frescas puede causar cólico y diarrea en el lactante. El chocolate puede tomarse con moderación.
El alcohol y el tabaco son dos sustancias tóxicas cuyo consumo debe evitarse pues pasan a la leche materna. Es también conveniente suprimir el consumo de bebidas estimulantes (té, café, refrescos de cola). La cafeína de este tipo de bebidas produce en el niño irritabilidad, insomnio, diarrea, etc. y, a largo plazo, incluso dependencia.
Cuidados de los pechos
El pecho debe mantenerse limpio y seco, fundamentalmente el pezón y la areola, para evitar la aparición de grietas y dolor al mamar. Se puede realizar la limpieza con una gasa empapada en agua hervida antes de la toma. No son aconsejables los jabones, ya que eliminan una pequeña secreción de tipo graso que se segrega para lubrificar el pezón y la areola, y en consecuencia resecan la piel y favorecen la aparición de grietas.
La madre debe utilizar sujetadores especiales, prácticos y cómodos, que procuren un buen soporte debajo del pecho, usado de manera permanente, con empapadores o gasas para absorber el goteo de leche.
La exposición del pezón al aire libre y al sol puede ser también beneficiosa para aliviar el dolor en caso de grietas.
Saber más
Lo mejor es abstenerse de tomar medicinas durante la lactancia. Sin embargo, en ocasiones la madre tendrá que tomar determinados medicamentos. Todos se eliminan por la leche, aunque algunos no causan ningún trastorno para el niño. Otros son perjudiciales y otros ocasionan efectos dudosos o bien faltan estudios sobre sus efectos por lo que deben evitarse.
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