
Vómitos en los niños
El vómito es un síntoma muy común en el niño y motivo frecuente de consulta al pediatra. Puede presentarse en cualquier enfermedad y en cualquier momento de su evolución. Su importancia es variable: puede ser desde un síntoma acompañante de una enfermedad hasta un síntoma fundamental.
¿Qué son los vómitos?
Los vómitos consisten en la expulsión brusca por la boca del contenido gastrointestinal (alimentos, jugo gástrico, bilis), generalmente, acompañados o precedidos de náuseas. Debemos distinguirlos de la regurgitación ("bocanadas"), que consiste en la expulsión de alimento (generalmente, leche) en pequeñas cantidades, sin fuerza, tras la ingesta y que es frecuente en los lactantes.
¿Cuál es la causa de los vómitos en los niños?
Prácticamente cualquier enfermedad puede producir vómitos en los niños. Las causas más frecuentes son diferentes según la edad:
– En el recién nacido y el lactante, los vómitos pueden deberse, entre otras muchas causas, a: mala técnica en la preparación del biberón (muy concentrado o exceso de cantidad), reflujo gastroesofágico, intolerancia a las proteínas de la leche de vaca, estenosis hipertrófica de píloro (enfermedad que requiere una intervención quirúrgica), o infección en cualquier localización (infección de orina, otitis, meningitis, sepsis, gastroenteritis aguda...).
– En el niño mayor son más frecuentes las causas digestivas (gastroenteritis aguda, apendicitis aguda, ulcera gastroduodenal, etc.). Entre las múltiples causas no digestivas, podemos destacar los vómitos psicógenos (como reacción a una circunstancia adversa o para conseguir algún propósito), los vómitos cíclicos (de origen incierto, se presentan en ataques de 24 horas de duración acompañados de cetosis hipoglucemia), la migraña y causas infecciosas como las meningitis, infección urinaria, neumonías, etc.
¿Qué consecuencias pueden tener los vómitos?
Los vómitos aislados no suelen tener consecuencias importantes en el niño; si los vómitos son repetidos y frecuentes pueden provocar deshidratación, hipoglucemia, cetosis (aumento de los cuerpos cetónicos). Si los vómitos son intensos, pueden aparecer petequias en la cara, cuello y parte superior del tórax (pequeños puntos hemorrágicos por rotura de capilares debido al aumento de la presión) que se desaparecen espontáneamente.
¿Cuándo consultar al pediatra?
En la mayoría de los casos de vómitos, se trata de un proceso autolimitado (se cura solo) que no requiere la intervención del pediatra y dura pocos días. No obstante, hay una serie de circunstancias en las que se debe consultar al pediatra:
– Si el niño es menor de 3 meses y ha vomitado dos o más tomas.
– Si el niño es menor de 3 meses y se acompañan de fiebre.
– Si los vómitos son persistentes.
– Si los vómitos contienen sangre.
– Si sospecha que el niño pueda estar deshidratado (labios y mucosas secos, ausencia de lágrimas y de orina).
– Si el niño tiene dolor de cabeza intenso y fiebre alta.
– Si tiene fiebre alta y aparecen petequias (manchitas rojas) en el cuerpo.
– Si se acompaña de dolor abdominal continuo que empeora progresivamente.
– Si el niño esta decaído, confuso o somnoliento.

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