el aprendizaje en los niños de 2 años

Desarrollo del lenguaje de los 10 meses a los 2 años

Trinidad Aparicio Pérez, Psicóloga, Especialista en Infancia y Adolescencia.

Muchos padres creen que al llegar a esta etapa el niño ya debe empezar a hablar. A veces, la única preocupación que tienen es que el niño hable, sea como sea, y desconocen que si el niño no habla es porque aún no está preparado para ello. Por ello es importante saber cuáles son los avances que se producen en esta etapa y qué actividades se pueden realizar para favorecer el desarrollo del lenguaje.

Utilizar revistas y libros y hablarles de lo que aparece en ellos ayuda a fomentar el desarrollo.

 

¿Qué es el lenguaje?

El lenguaje es una facultad de la mente humana que se implementa mediante una estructura neuropsicológica conformada por una red centros nerviosos. Todas estas estructuras cerebrales están presentes desde el nacimiento, pero el desarrollo de las células continúa expandiendo sus conexiones con otras neuronas. Esto depende de la estimulación que se proporcione al niño y de la nutrición.

 

¿Qué avances se producen en esta etapa?

Es un periodo en el que el niño está adquiriendo un lenguaje más funcional, es decir, se produce una mejora en la comprensión del lenguaje de los demás y en la forma de expresarse, aunque conviene mirar con ciertas reservas las indicaciones respecto a las edades cronológicas, ya que existe variación de unos niños a otros.

A los 10 ó 12 meses se producen nuevos cambios en el balbuceo. Empiezan a producir ciertos vocablos, es decir, sonidos que utiliza un bebe para representar objetos, acciones, etc. Por ejemplo, cuando están jugando o manipulando objetos suelen decir "aaaach". Empiezan también a realizar gestos y respuestas no verbales para comunicarse. Gestos a través de los cuales dirige la atención hacia un objeto, gestos con los que trate de convencer...

Entre los 12 y 13 meses pronuncian sus primeras palabras y realizan vocalizaciones más claras. En un principio se referirán a objetos y personas, pero no demorarán en expresar peticiones o en describir el ambiente. Empiezan a darle cierta entonación a los sonidos que emiten, simulando el habla de un adulto. Ya maneja muchos de los sonidos y entiende el significado de muchas expresiones. En esta etapa, el niño intenta repetir e imitar palabras que escucha a los demás y empieza a incorporar palabras a su vocabulario. Se comunica a través de vocalizaciones que pronto se van a convertir en una jerga expresiva y ya comprenden el significado de varias palabras. Se produce una mejoría en las interacciones con los demás y suele sacar conclusiones de las situaciones sociales. Le gusta el protagonismo, y para ello repite conductas o acciones que sabe van a provocar risa y atención de los demás. El niño puede percibir como se sienten los demás y también puede transmitir sus emociones como miedo, dolor, cariño, enfado, etc.

A los 18 meses tienen gran variedad de vocalizaciones, combinan los sonidos con miradas y gestos hacia una persona. Su vocabulario aumenta, siendo capaz de pronunciar correctamente alrededor de 10 palabras, e ir agregando semanalmente palabras nuevas, ya que es una etapa en la que aumenta de forma muy rápida el ritmo de aprendizaje de las palabras. Empiezan a combinar palabras para formar frases de dos o tres palabras como "quiero agua", "¿Vas mami?". Estas palabras tienen sentido e intencionalidad. Es decir, los niños utilizan estas expresiones telegráficas de forma funcional para nombrar objetos, pedir algo, expresar propiedad, indicar un cambio, etc.

A los 22 meses es un periodo en el que el niño accede al lenguaje combinatorio. Esto representa una gran importancia en el desarrollo lingüístico ya que, el niño adquiere la capacidad de combinar varias palabras en el mismo enunciado. El niño ya puede construir expresiones como "coche verde", "estar aquí", etc.

 

Cómo estimular el lenguaje

La ayuda de los padres en el desarrollo del lenguaje del niño es muy importante. Para hablar necesita a alguien que lo escuche y hable con él. Efectivamente, sin la cooperación y ayuda de los padres no se puede pensar en una evolución satisfactoria del habla.

Actividades que se pueden realizar:

1. Hacerle que participe de las conversaciones y reuniones familiares. Aunque él no pueda hablar, nos escucha y entiende.

2. Utilizar revistas y libros y hablarles de lo que aparece en ellos. Por ejemplo: señalad animales, juguetes, niños, familias, etc. y hablarles de ellos mientras los señaláis con el dedo.

3. Utilizar libros infantiles, apropiados a su edad y hablar y preguntar sobre los dibujos que aparecen.

4. Elegir momentos adecuados para hablar con el niño. Por ejemplo, cuando se le lleva a acostarlo. Esos momentos deben ser aprovechados para dialogar con el niño.

5. Utilizar un álbum de fotos familiar, hacerle señalar y nombrar a la gente, contar historias y hacerles preguntas sobre ellos.

6. Intentar no presionarlo ni exigirle que hable, no se puede forzar al niño. A menudo, cuando los padres creen que el niño se está retrasando en la adquisición del lenguaje le exigen que pronuncie correctamente las palabras y se le presiona a que las repita una y otra vez.

 

 

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